Por curiosidad, siguiendo un
consejo o como forma de expresarse, son muchas las razones por las cuales las
personas se acercan a la pintura y resulta bastante sorprendente ver cómo gente
que no ha tenido formación académica ni tiene muy claros los conceptos o las
técnicas de la pintura, se acercan a una tienda
de bellas artes a pertrecharse para
dar sus primeros pasos en este mundillo.
Puede que sea por su fama,
pero la pintura al óleo es una de las más elegidas por los principiantes, quizá
porque no hay que tener unos grandes conocimientos y también porque los
utensilios son bastante asequibles, lo que es toda una ventaja, especialmente
en estos tiempos que corren donde hay que controlar cada gasto que se hace.
Como no se tiene una gran
experiencia, se puede comenzar con un equipo elemental como los tubos de óleo
de diferentes colores, una paleta para mezclar las tonalidades y los pinceles,
también de diferentes formas y tamaños. Tampoco podemos olvidarnos de
espátulas, un trapo para limpiar los pinceles y por supuesto, el lienzo sobre
el que comenzaremos a dar nuestros primeros pasos.
Lo más normal es que se
comience a pintar prácticamente desde el primer momento, seguramente dejándonos
llevar por la emoción del instante y sin tener en cuenta consejos básicos sobre
cómo mezclar los colores, cómo se disuelven mejor, la forma de coger los
pinceles y los conceptos básicos sobre cómo comenzar a pintar.
No importa, todos lo hemos
hecho alguna vez y la primera vez que nos ponemos ante un lienzo es una
experiencia única y que seguramente recordaremos, así como nuestra primera obra, que seguramente guardaremos como oro en
paño.
Si nos gusta, el mero hecho de tomárnoslo como un hobby hará que vayamos
dando pasos poco a poco para aprender técnicas, formas de pintar determinadas
figuras, cómo crear sombras, etc., y en menos tiempo del que imaginamos ya
tendremos cierto control como para expresar en el lienzo lo que queremos
exactamente.
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