lunes, 26 de mayo de 2014

Historia de la hamburguesa

La hamburguesa es uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo, sobre todo gracias al auge que tuvieron en su tiempo los restaurantes de comida rápida, restaurantes a los que su hegemonía se vio reñida con la aparición de establecimientos que se alegaban del concepto fast-food y que querían sorprender a sus clientes con hamburguesas gourmet, alejadas de convencionalismos tan tradicionales como lechuga, tomate, cebolla, pepinillo queso y la hamburguesa en sí.

En alguno de los mejores restaurantes de Madrid se pueden degustar exquisitas hamburguesas con carne de primera y diferentes ingredientes como cebolla caramelizada, bacon, crujiente de cheddar, manzana confitada, rúcula, guacamole, mozzarela o pesto entre muchos otros, dando una vuelta de rosca y ofreciendo auténticas delicatesen con la máxima calidad, algo que puede sonar muy moderno pero lo cierto es que la hamburguesa no es algo muy actual. 

hamburguesa

Los orígenes de la hamburguesa

Su nombre proviene de la ciudad alemana de Hamburgo, considerado como puerto más importante y grande de Europa en el siglo XIX. Aquí embarcaban muchos emigrantes que fueron los que llevaron la hamburguesa a Estados Unidos. Según se dice, en el año 1895 un chef llamado Louis Lassen elaboró la primera hamburguesa en Norteamérica después de que le diesen la receta varios emigrantes llegados desde Hamburgo. 

No podríamos decir quién fue el primer creador de lo que conocemos como la hamburguesa moderna aunque hay muchas teorías, como la de Charlie Nagreen, quien a la edad de 15 años se encontraba trabajando en un puesto de comida de una feria, donde la hamburguesa era muy consumida, pero no se acompañaba pan, por lo que la gente acabaña ensuciada por la comida. Nagreen ideó un plan que consistía en poner esa hamburguesa entre dos trozos de pan, de forma que era mucho más fácil agarrarlo sin mancharse. 

Para conocer la primera cadena de hamburgueserías del mundo remontarse al año 1921, en la ciudad de Wichita (Kansas) donde Walter A. Anderson y E.W. Ingran fundaron White Castle, donde tenían una particularidad, servían las hamburguesas sin tener que abandonar el vehículo. Veintisiete años después, dos hermanos, Dick y Ronald McDonald, hacían lo mismo desde su furgoneta-cocina en California, siendo el germen de lo que es hoy en día una de las cadenas de comida rápida más famosas del mundo. 

Al principio solo se servía el pan y la carne picada de ternera frita, pero poco tiempo después de su lanzamiento, comenzaron a agregarle diferentes ingredientes como lechuga, cebolla, encurtidos, etc. Su despegue llegó con la aparición de las cadenas de comida rápida en Estados Unidos, algo que hizo ganar ingentes cantidades de dinero a sus propietarios porque la aceptación de este producto era algo que ya formaba parte del estilo de vida de los estadounidenses, ganando tantísimo éxito que no tardó en extenderse por todo el mundo. 

La comida de los restaurantes fast-food siempre ha estado ligadas a una dieta rica en calorías y grasas, lo que ha contribuido a que hoy en día la gente busque alternativas diferentes y cambie la carne de ternera por la de buey, con productos frescos y preparados al instante par que conserven intactas todas sus cualidades y se conviertan en un almuerzo o una cena equilibrada y muy asequible, porque a todo el mundo le gusta cuidarse, pero de vez en cuando permitirse un capricho como estos.