Una operación bariátrica es parte de una etapa en la que se tiene como objetivo una gran pérdida de peso y acarrea consigo, debería hacerlo, cambios radicales en el estilo de vida de las personas que se someten a esta clase de operaciones.
Solo tras la intervención quirúrgica se hace más fácil realizar un ajuste de los hábitos tanto de conducta como alimenticios, pero no es un trance que se tenga que pasar en solitario sino que el doctor y el equipo de especialistas también suelen volcarse en el proceso, realizando comprobaciones periódicas, aconsejando, etc.
Los cambios tras una operación no se limitan únicamente a la alimentación o al propio aspecto físico obtenido y a la salud que se va recuperando poco a poco sino que el paciente debe aportar su granito de arena con ello y también realizando ejercicio físico para obtener mejores resultados en esta etapa del proceso de pérdida de peso.
Se debe comenzar la actividad física lo antes posible, siempre bajo recomendación del facultativo. Los primeros días el paciente debe levantarse de su silla y de pequeños paseos, incluso por casa. Pasadas unas semanas se puede recuperar la actividad física normal, siendo recomendable dos o tres días a la semana en sesiones de unos 60 minutos aproximadamente.
Después de ese tiempo la actividad física podrá ser más intensa y si se deseas e puede pasar a hacer todos los días de la semana, al menos un mínimo de 45 minutos al día, pudiendo dejar el fin de semana para descansar si se desea o aprovechar el tiempo libre para hacer caminatas, salir con los amigos en bicicleta o a nadar por ejemplo.
Para finalizar, los ejercicios aeróbicos como ciclismo, natación o patinaje son unos de los más completos que hay dado que se trabajan prácticamente todos los grupos musculares, contribuyendo a una rápida pérdida de peso y tonificar el cuerpo al máximo.